Metástasis y grasa

Hace un par de semanas se ha publicado en la revista Nature un estudio que puede cambiar muchas cosas.  Investigadores del Institut de Recerca Biomèdica de Barcelona (IRB Barcelona), dirigidos por Salvador Aznar Benitah, han identificado a un tipo de células que parecen ser las responsables de comenzar el proceso de metástasis en los tumores. Por si alguien no lo tiene claro, la metástasis es el proceso por el cual las células tumorales son capaces de separarse del tumor primario, original y transportarse a través de los vasos sanguíneos o linfáticos hasta lugares distantes (otros órganos y tejidos), donde se establecen y forman un nuevo tumor (tumor secundario o metástasis). Hay que recalcar que la gran mayoría de las muertes por cáncer no se deben al tumor primario, sino a la metástasis (se estima que un 90% de las muertes por enfermedad tumoral son consecuencia directa de la metástasis, no del tumor original. Hasta ahora se desconocía cuáles eran las células que iniciaban la metástasis.

¿Qué tienen esas células del tumor que hace que sean especiales? Portan el marcador CD36. Las membranas de las células no son lisas, sino que tienen multitud de proteínas que sirven, entre otras cosas, para establecer relación con otras células o con el microambiente que les rodea. El CD36 es una de estas proteínas de membrana. Se ha demostrado que este receptor se une a los ácidos grasos, haciendo que luego pasen al interior de la célula. En el vídeo que podéis ver aquí, elaborado por el propio grupo de investigación se explica de manera muy sencilla todo lo que han hecho:

 

LA DEMOSTRACIÓN

Este grupo de investigación ha trabajado con células de tumores de cavidad oral, con muestras de pacientes proporcionadas por el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. En los tumores de la cavidad oral analizados, sólo entre 50 y 100 células, muy pocas, serían iniciadoras de metástasis. Los autores han comprobado que si se añadía CD36 a tumores no agresivos, no metastásicos, sí aparecía después metástasis. También bloquearon esta proteína logrando un claro efecto anti-metastático. En otro experimento realizado en ratones con tumores que ya habían generado metástasis se vio que la administración de anticuerpos que bloqueaban CD36 provocaba la desaparición de todas las metástasis en un 20% de los ratones y una disminución del 80-90% del número de metástasis en el resto (así como de su tamaño). Además, es importante que no se ha visto ningún efecto secundario serio secundario al tratamiento.

Una vez que parecía claro que CD36 era la llave de la metástasis en estos tumores, los investigadores se plantearon si este mecanismo sería universal, es decir, si la misma molécula sería también esencial para provocar la metástasis en otros tipos tumorales, no solo en los cánceres de cavidad oral. Según el artículo, han comprobado el mismo efecto de CD36 en células de melanoma y cáncer de mama. El Dr. Aznar comenta que aunque “no lo hemos comprobado todavía para todos los tumores, proponemos que CD36 es un marcador general de células metástaticas, el primero del que tenga yo constancia que sea tan específico de metástasis”

SU RELACIÓN CON LA DIETA

En el segundo párrafo decíamos que el receptor CD36 está relacionado con los ácidos grasos. El siguiente paso es bastante lógico: ¿el consumo de grasas tiene algún efecto directo en metástasis? Los investigadores dieron entonces a los ratones una dieta rica en grasas, llamad “dieta de cafetería”, que aporta un 15% más de grasas que la dieta normal. Posteriormente, les inyectaron células un cáncer oral (carcinoma escamoso) que, en condiciones de dieta normal, presenta metástasis en el 30% de los ratones. Y esperaron a ver qué pasaba. Pues bien, con la nueva dieta grasa casi el 80% de los ratones tenían más metástasis y de mayor tamaño. También comprobaron el efecto con un ácido graso específico, el ácido palmítico. Se trata del componente principal del aceite de palma y es usado en muchos tipos de comida procesada. Trataron in vitro células de carcinoma oral escamoso durante dos días con ácido palmítico y después lo inyectaron en ratones que tenía una dieta normal. Los resultados indican que la frecuencia de aparición de metástasis pasaba del 50% al 100% y además era dependiente de CD36.

Ante estos resultados, el Dr Aznar comenta que “parece existir un enlace directo entre consumo de grasas y potenciación de las metástasis a través de CD36, al menos en ratones inoculados con células tumorales humanas. Hay que hacer más estudios para entender esta intrigante relación entre dieta y metástasis, sobre todo porque en las sociedades industrializadas estamos incrementando de forma alarmante el consumo de grasas saturadas y de azúcares. Las grasas son necesarias para el organismo pero la desmesura puede tener un impacto en salud como ya se ha demostrado antes para algunos tumores, como el de colon, y como ahora demostramos para el proceso metastásico”.

metástasis

Dr. Salvador Aznar

 

EN RESUMEN

  1. Se han encontrado por primera vez las células que provocan la metástasis.
  2. Se ha descubierto que el mecanismo de esta metástasis (cómo se provoca) está relacionado con los ácidos grasos.
  3. Parece que hay relación directa entre el consumo de grasas y la metástasis que se lleva a cabo por medio de estas células, si bien es ESENCIAL recalcar que este estudio se ha hecho en ratones y que los resultados no se pueden extrapolar sin más.
  4. Falta por ver si el marcador CD36 es de carácter universal, vale para todos los tipos de tumores.
  5. CD36 podría ser una diana terapéutica a futuro (se podría usar para diseñar fármacos antitumorales).
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About the Author: Alberto Morán

Licenciado en farmacia por la Universidad Complutense de Madrid. Realicé mi tesis doctoral en el Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Farmacia. Posteriormente hice un Máster en Dirección de Empresas Biotecnológicas. Trabajé casi un año en una consultoría de biotecnología. Posteriormente fui investigador y docente en la Universidad Complutense de Madrid durante siete años. Mi carrera investigadora se desarrolló en el estudio de los mecanismos moleculares del cáncer (colon y pulmón esencialmente). En noviembre de 2012 abandoné definitivamente el laboratorio. En la actualidad soy titular de una oficina de farmacia.

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2 Comments

  1. Alfonso Fernández 2017/01/10 at 8:43 pm - Reply

    Buenas noches:

    Respecto al estudio al que te refieres, y que tanto daño está causando (has leído bien: daño)

    Dicen que las metástasis dependen de los ácidos grasos de la dieta, pero lo que comprobaron fue que

    1. Usaron cultivos celulares a los que añadieron ácido palmítico. El ácido palmítico, ha demostrado IN VITRO ser promotor de metástasis en algunos estudios, y lo contrario (apoptosis) en otros: http://press.endocrine.org/doi/full/10.1210/endo.142.8.8293

    2. Respecto al estudio en ratones: la dieta alta en grasas que les dieron (60% de las calorías) es una dieta estandarizada (TD 06414 Harlan) para inducir con rapidez síndrome metabólico en ratones. http://studylib.net/doc/18879435/td.06414 Se compone de caseína, maltodextrina y aceite de maíz, entre otras porquerías. Y la grasa saturada usada es sebo, que tiene otros ácidos grasos, además el palmítico. La dieta no consiste sólo en grasa

    Es decir, han relacionado una dieta que induce el síndrome metabólico con las metástasis, algo ya sabido, no con el consumo elevado de grasas, y han mezclado grasas saturadas en células con grasas de otra naturaleza, proteínas y carbohidratos claramente no saludables, en la dieta. Una dieta cetogénica bien formulada, con grasas adecuadas trata el síndrome metabólico (verdadero inductor del cáncer y las metástasis), no lo induce.

    El palmítico forma parte del material surfactante de los pulmones, y el aceite de oliva es un 14% ácido palmítico, y el de coco aún más.

    El ácido palmítico puede convertirse en oleico por el hígado, según necesidades del organismo para formar las membranas lipídicas. Las membranas lipídicas con más acidos grasos saturados son más permeables y fluidas. Las malignas tienen pocos ácidos grasos saturados, son más rígidas en su estructura de doble capa, y mucho araquidónico, poliinsaturado por la presencia de determinadas desaturasas. De hecho en la sangre de los enfermos suele haber ratios bajos de saturados/monoinsaturados

    3- No hablan apenas de tromboespondin-1, que parece ser un poderoso antiangiogénico, y sus efectos parecen mediados por la CD36: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2141641/ es decir, que la CD36 parece tener efectos OPUESTO al que dice el estudio, al inhibir la angiogénesis, aunque no dice nada de las metástasis, que es un fenómeno diferente, en el que se ven implicadas proteínas distintas.

    Por si esto no fuera suficiente lío, en este estudio se dice que la tromboespondina ACELERA la progresión: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/8593167 es decir, que puede que, si está en lo cierto, haya sido eso lo que haya impedido la metástasis al usar el anticuerpo del CD36, y NO los ácidos grasos… sólo sabemos que no sabemos nada y que no hay evidencia de NADA.

    Ya están en conversaciones con un laboratorio para iniciar ensayos y que de aquí a 5, 10 años pueda comercializarse, todo basado en une studio VERGONZOSO. Es un estudio que presenta todas las facilidades para que se fabriquen fármacos a partir de ellos: se focaliza en UNA sola proteína, se ataca con un anticuerpo ya sintetizado, así que fabricar un análogo será sencillo, y puede protegerse con patente: ideal para que alguien gane mucho dinero, pero NO para que cure nada, porque no lo hará, ése es mi vaticinio

    En el reportaje del país ellos hablan de que una dieta con mucho aceite de palma es mala, ‘la típica de cafetería’, pero no dicen nada de la caseína ni de la maltodextrina, que algo harán aunque no las estén estudiando, pero el reportaje se concentra en ‘las grasas’ en general, sin matizar, abundando en la miseria intelectual que ha abonado este estiércol al que llaman ‘Medicina basada en la evidencia’. ¿Tienen las grasas la culpa de las metástasis? De ese estudio sólo podemos decir NO LO SÉ. Decir otra cosa es ser un cientificista cegado por las siglas y las rimbombancias

    En definitiva: el estudio es un ejemplo de MALA ciencia, que parte de premisas erróneas y que, por tanto, obtiene conclusiones equivocadas. Pero ya ha corrido como un río de pólvora, y la desinformación que no cesa y a la que usted está ayudando, no se detendrá por minucias como los datos objetivos y la verdad

    Un saludo

    Alfonso Fernández

    • Alberto Morán 2017/01/11 at 11:55 am - Reply

      Interesantísimo todo lo que comentas, muchísimas gracias por tan buen aporte.
      En el artículo del endocrine que mandas en el que se demuestra la capacidad apoptótica del palmítico comentarte que ya sabes es frecuente encontrarte funciones duales y antagónicas de las moléculas. Yo nunca he trabajado con ácidos grasos y por lo tanto no te puedo hablar de ello, pero sí con diversas proteínas (MMPs, ruta GSK3, cateninas…) y el hecho de encontrarme papeles contradictorios (bien establecidos por la literatura), que van desde favorecedores tumorales hasta inhibidores era más que frecuente. Así que a nadie debería sorprenderle el hecho de que el palmítico pueda tener también esa función dual, según el momento, el tipo de célula y el tejido de que se trate. Incluso según el microambiente concreto del momento ¿no?
      Sobre el estudio en ratones. Conozco bien la dieta Harlan. Mi laboratorio era muy activo en el estudio del síndrome metabólico y la diabetes. Estoy totalmente de acuerdo contigo en que el papel de la dieta Harlan con el síndrome metabólico y la metástasis está ya muy establecido. Pero entiendo que ese experimento concreto en este trabajo era el paso previo para luego hacer el estudio in vitro con el palmítico en el tipo celular con el que están trabajando ¿no? Si este experimento es reproducible y está bien hecho, no creo que haya muchas dudas en su relevancia. En un cultivo de células escamosas tratas con palmítico. En otro no. Inyectas los dos cultivos en ratones de la misma camada y en los del palmítico la generación de metástasis es del doble que en los no tratados. Me parece que la conclusión obvia es que el palmítico es, cuando menos, muy sospechoso en este tipo de tumor al menos. Es cierto que extrapolar este resultado directamente a humanos y concretamente a su dieta es una barbaridad. Pero eso no tira el estudio abajo, creo.
      Sobre la trombospondina-1. Sí, parece que sus efectos antiangiogénicos están mediados por CD36 en células endoteliales. Pero eso tampoco invalida el experimento del bloqueo por antiCD36 y su reducción en las metástasis ¿no? El punto clave del artículo es precisamente el papel de CD36 en la metástasis. Ese es, al menos para mí, el descubrimiento gordo, aunque aún quedan muchas cosas por aclarar, fundamentalmente su universalidad (yo dudo bastante de ella, conociendo a los tumores y su plasticidad no creo que exista una llave mágica para todos ellos). Lo de la grasa requiere más profundización, a mi entender.
      Mi opinión es que el estudio sí es prometedor, más por el hecho de haber encontrado una molécula que parece ser una de las llaves para la metástasis que por el hecho de su relación con el ácido palmítico. De este estudio se deberían derivar muchos más. En cualquier caso, veremos qué pasa.
      Saludos

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